Tradicionalmente se consideran como símbolos de la identidad armenia al Monte Ararat, al Cristianismo y al Alfabeto Armenio.
Entre los símbolos patrios, se consideran a la Bandera, al Escudo y al Himno Nacional.
Venerado por todos los cristianos porque según la tradición sobre él descendió el Arca de Noé, el Monte Ararat es considerado un símbolo destacado de la vida nacional armenia, primer pueblo que adoptó el cristianismo como religión de Estado. Denominado Masis por los armenios, ha sido representado en manifestaciones artísticas y culturales de alto grado de sofisticación. Remite a una “marca territorial” en el imaginario social, como nexo entre el presente y un pasado que se presentifica. Luego de la experiencia traumática del genocidio, la resignificación de su memoria le ha asignado un sentido reivindicatorio, en reclamo por la restitución de los territorios usurpados por el Estado turco.
Se ha considerado que fue durante el año 301 cuando se proclamó al cristianismo como religión oficial de Armenia y a San Gregorio como quien alentó la conversión del rey armenio. Si bien el relato tradicional se basa en una combinación de hechos históricos y legendarios registrados por escrito en el siglo V, el cristianismo había penetrado en la región mucho antes. Según la tradición, los apóstoles San Tadeo y San Bartolomé predicaron la nueva doctrina en Armenia en el siglo I, constituyéndose en los primeros difusores y fundadores de la Iglesia Armenia. Debido a su origen, esta se denomina oficialmente Iglesia Apostólica Armenia e históricamente se ha desarrollado y organizado como iglesia autónoma.
Los monasterios fueron los principales centros intelectuales y promotores de la evangelización. Si bien tras largos años las costumbres paganas fueron abolidas, algunas antiguas creencias permanecieron en el folklore popular o adquirieron un significado diferente a partir del cristianismo. Esta religión brindó a los armenios conciencia de su identidad preservándolos de la posible fusión o asimilación con otras poblaciones vecinas.
Desde el siglo XIV, tras la caída del último bastión de un Estado armenio independiente hasta 1918, la Iglesia Armenia adoptó un carácter de autoridad no solo religiosa y cultural. En tanto que reemplazó a la autoridad política, el Katolikós (Jefe Supremo de la Iglesia) pasó a cumplir funciones de jefe de la nación. De esta manera, la Iglesia se convirtió en cabeza de la comunidad y fue la primera en enarbolar gestiones diplomáticas para liberar a Armenia de la dominación extranjera. Su Santa sede se encuentra en Echmiadzín, en la República de Armenia.
La creación del alfabeto armenio en el año 405/6 d.C, tiene un lugar esencial en la consolidación de la identidad nacional. Contribuyó con la difusión del cristianismo y marcó el nacimiento de la literatura armenia escrita, cuya calidad y profusión hicieron que el siglo V se conociera como el Siglo de Oro de la cultura armenia.
Con sus 38 letras, entre los rasgos distintivos podemos señalar: se escribe de izquierda a derecha; tiene una base totalmente fonética- es decir, cada sonido se corresponde exactamente con una letra distinta y cada letra representa un único sonido. A su vez, cada letra cuenta con una sola grafía invariable- tanto si aparece a principio de palabra como en posición media o final.
La lengua armenia pertenece a la familia de lenguas indoeuropeas, de la cual forma una rama independiente que ha seguido su propia evolución.
Consta de tres franjas horizontales iguales de color rojo, azul y naranja.
El rojo simboliza la continua lucha del pueblo por la supervivencia, la independencia y libertad de Armenia. El azul simboliza la voluntad del pueblo de vivir bajo cielos pacíficos. El naranja simboliza su talento creativo y su naturaleza trabajadora.
Adoptado en julio de 1920, el diseño del escudo de la República de Armenia posee toda una serie de elementos que encierran una simbología propia. El cuadrante central está dividido en cuatro partes, representando cada una de éstas el emblema de las dinastías armenias: Ardashesian, Arshaguní, Bagratuní y Rupenian. En el centro se encuentra la representación del Monte Ararat. Completan el diseño un león y un águila que sostienen el escudo, uno de cada lado, y debajo, una espada, una pluma, espigas y una cadena rota.
Luego de la reafirmación de la independencia, el 21 de septiembre de 1991, la República de Armenia adoptó como escudo nacional el mismo que el de la República de 1918-1920, sometiéndolo únicamente a una actualización gráfica.